El Ayuntamiento de Torremolinos acordó suspender de empleo y sueldo
durante un año al jefe de Bomberos por usar un vehículo oficial «para
fines personales» tras una investigación realizada por detectives privados e iniciada a raíz de las quejas
de algunos de sus compañeros.
Las indagaciones incluyeron un seguimiento
de casi dos semanas por parte de la empresa externa de detectives
privados. La resolución, firme a nivel administrativo y emitida en
julio, fue recurrida judicialmente por el funcionario, que responde a
las iniciales A. D., acusado de ausentarse del trabajo para realizar
reparaciones a domicilio.
La historia se remonta a septiembre del año pasado, cuando varios
trabajadores del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento
enviaron una carta al anterior alcalde, Pedro Fernández Montes, para
informarle «del malestar generado» en el cuerpo «debido a las ausencias
continuas durante más de un año» del jefe de Bomberos. Los partes
diarios de novedades firmados por los capataces de los turnos entrantes y
salientes revelaban que A. D. «asigna tareas de su competencia a sus
subordinados y se ausenta del parque», sin que fuese posible
transmitirle «cualquier asunto referido a emergencias o al quehacer
diario».
Además, y siempre según el escrito, otro alto cargo de los Bomberos
afirma «haber detectado anomalías en los gastos de los suplidos que nos
asigna el Ayuntamiento y cuyo objetivo es realizar las compras
necesarias para el mantenimiento y reparaciones del parque».
La carta desembocó en una investigación encargada a una empresa
externa de detectives, que realizaron un seguimiento de once días a
finales de septiembre. El informe de conclusiones destapa que el jefe de
Bomberos tenía para su uso como vehículo oficial un Nissan con el que
cada día, «entre las siete y media y las ocho menos cuarto de la
mañana», salía de su domicilio con dirección al parque de Bomberos. Una
hora después, según el informe de los detectives, A. D. «salía del
parque y, en vehículo oficial, tomaba dirección, casi siempre por
diferentes caminos, hasta su domicilio». Una vez allí, «y tras las
oportunas observaciones por si había sido seguido», sacaba de los
asientos de la parte delantera del coche «unas placas plásticas
imantadas que colocaba a ambos lados de las puertas para tapar el
anagrama del Ayuntamiento de Torremolinos». Los detectives sostienen que
las ausencias del jefe de Bomberos se debían a que «trabaja realizando
reparaciones a domicilio» para una empresa malagueña. La resolución del Ayuntamiento, firmada por el alcalde José Ortiz, recoge las conclusiones de
este informe.
La secretaria accidental del Consistorio considera probada
«la falta muy grave que se desprende del documento» y también «la falta
grave consistente en la ausencia al trabajo», aunque no así la
sustracción del material del servicio. El funcionario, readmitido
mientras el caso se resuelve en los tribunales, se enfrenta a posibles
sanciones que se establecerían «teniendo en cuenta el grado de
intencionalidad, descuido o negligencia que se revele en la conducta, el
daño al interés público, la reiteración o reincidencia y el grado de
participación» en los hechos.
El coche oficial del jefe de Bomberos ha sido rescatado por el nuevo
equipo de gobierno, que lo ha convertido en un vehículo de intervención
rápida que servirá para ofrecer servicio de asistencia sanitaria e irá
equipado con desfibrilador, bala de oxigenoterapia, botiquines técnicos
de adultos y pediátricos y extintor.
Fuente: Diario Sur
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